Conceptos básicos.
Bondad básica de la
naturaleza humana.
Rogers considera como uno de los
mas importantes principios básicos de la naturaleza humana el que sus
motivaciones y tendencias sean positivas. Afirma que los impulsos primitivos no
son ni animales ni egocéntricos ni antisociales, y que los seres humanos van
esencialmente hacia adelantes y son sensibles y buenos.
Respeto de la individualidad.
Aunque el individuo sea
considerado irritable y detestable por los estándares sociales comunes debe ser
tratado con respeto y aceptado como un ser humano con dificultades y problemas
que impiden su realización como persona.
Naturaleza dual del yo.
Se puede alcanzar el
autoconocimiento, al igual que la formación de un concepto propio. El concepto
del yo puede o no corresponder de manera adecuada al yo real, la persona tal
vez se conozca a si misma o no y el grado de correspondencia varia de persona a
persona.
Necesidad de un respeto positivo.
Además de los poderes de recompensa y castigo
que poseen en forma natural los padres y otras personas importantes, existe
otro aspecto que promueve la formación de condiciones de valia, a saber, la
necesidad del niño de un respeto positivo.
Detrás de la máscara.
Cuando Rogers usa el termino
mascara se refiere a los papeles artificiales o no autenticos, impuestos por el
exterior o por uno mismo. Si los aspectos principales de la personalidad
entraran en conflicto, como resultado de sus expectativas opuestas del papel a
desempeñar, no se concretará un sentido firme de identidad.
Técnicas de la terapia centrada en el
cliente.
Saber escuchar.
Rogers encontró que lo que mas
deseaban sus clientes era tan solo hablar acerca de sus problemas con alguien
que los atendiera, y que lo mas importante era escuchar, no criticar ni juzgar
ni consolar, después de lo cual se sentían mucho mejor. El afirmaba que la meta
del terapeuta es percibir, con tanta sensibilidad y exactitud como sea posible,
todo el campo perceptual según lo experimenta el cliente.
Escucharse a si mismo.
Escucharse a uno mismo constituye
una manera en la que todos pueden descubrir su yo real. Mientras que en la
cultura oriental se promueve a través de la meditación, en la occidental el
enfoque se dirige hacia el exterior de
la persona, como si existiera una renuencia a esa búsqueda interior,
esto produce un desarrollo unilateral.
Técnicas de reflejo.
Incluyen un reconocimiento de los
pensamientos y sentimientos del cliente a través de la repetición verbal e
intentos de llmar su atención y de hablar de el por parte de otras personas.
Reflejo de sentimiento.
Ya que el individuo se ha
integrado a su grupo, el conductor debe dar a todos y cada uno de los miembros
la sensación de ser perfectamente comprendido y respetado. A esta situación
Rogers lo denomino reflejo de reiteración. El propósito de esto es conducir a
cada uno de los integrantes del grupo, a sentir todo aquello que expresa como
parte de su propia personalidad y no de fuera de si mismo.
Reflejo de actitud.
Rogers lo llama reflejo de
elucidación y la define como la situación en la cual se ponen de manifiesto
actitudes que derivan de manera directa de las palabras y posturas corporales
del individuo, y que puede deducirse razonablemente su significado por medio de
la comunicación y de la actitud.
Reflejo de pensamiento.
Ayuda a los participantes del
grupo a percibir mejor, no solo sus sentimientos y actitudes, sino también a
conocer y analizar sus propios pensamientos y expresarlos como parte de si
mismos.
Reflejo de la experiencia.
Se trata de una técnica utilizada
para ayudar al individuo a descubrir y a utilizar de manera directa la energía
que consumio en las proyecciones de su posición, movimiento y voz.
Personalidad
ideal.
Alejamiento de apariencias y obligaciones.
La persona funcional reconoce y
evita adoptar comportamientos que no le parecen autenticos o llevar una
conducta que no encaje con su yo real.
Proceso de vida.
Rogers plantea que el yo no es
fijo ni estatico, y considera al estado
ideal de la persona como fluido, cambiante, no estructurado y de existencia
momentánea. Al hablar de proceso de vida se refiere a espontaneidad, vida
creativa, flexibilidad, asi como a una orientación dinámica y cambiante, pero
con una dirección valorativa.
Apertura a la experiencia.
Estar abiertos a la experiencia
es lo contrario a estar a la defensiva. Las personas con esta apertura pueden
percibir sus emociones más profundas aun cuando sean muy negativas y al mismo
tiempo no ignorar las positivas.
Vida existencial.
Rogers considera a la vida
existencias como acentuar el presente y permitir a las experiencias revelar su
significado en lugar de imponerles uno.
Grupos de encuentro.
Se enfocan sobre todo al
desarrollo personal, asi como al incremento y mejoramiento tanto de la
comunicación como de las relaciones interpersonales, pues no las consideran
finalidades secundarias.
Aceptación del grupo.
Es necesario aceptar al grupo
como es y a sus integrates como son, al igual que dejar que este siga el curos
que desee, adoptando incluso una modalidad de intelectualización o de cerrarse
a la expresión emocional.
Aceptación del individuo.
Es valido que el participante se
comprometa o no con el grupo, ya que la experiencia ha mostrado que un
individuo puede beneficiarse del encuentro grupal pese a su aparente falta de
participación, siempre y cuando el silencio o mutismo de este no encierre un
dolor o una resistencia.
Enfrentamiento y realimentación.
Es facilitador confornta de
manera abierta a los individuos con respecto a determinadas facetas de su
conducta, pero solo aquellas relacionadas con los sentimientos que estos
reconocen como propios.
Etapas de los grupos de encuentro.
Rogers asevera que los grupos de
encuentro pasan por las siguientes etapas:
Etapa de rodeos.
El facilitador expresa a los
integrantes que en la experiencia grupal tendrán una tendrán una libertad desacostumbrada y que
todos dirigirán el encuentro.
Expresión de sentimientos negativos.
La primera expresión de un
sentimiento genuino significativo, que surge en el aquí y ahora, suele darse en
actitudes negativas dirigidas hacia otros miembros o hacia el coordinador del
grupo.
Aceptación de sí mismo y comienzo del cambio.
La aceptación de si mismo constituye
o representa el comienzo y las bases del cambio. Se refleja en los miembros del
grupo al experimentar una sensación de mayor realidad y autenticidad.
Encuentro básico.
Los miembros del grupo establecen
entre si un contacto más intenso, intimo y directo que en la vida diaria.
Cuando un sentimiento negativo se expresa en forma cabal, la relación se afirma
y la antipatía se convierte en simpatía.
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